
Alergias menos comunes.

Cuando pensamos en alergias, lo primero que viene a la mente son las alimentarias, como a los mariscos y las nueces, o las que están relacionadas con el ambiente, como al polen, el polvo o el pelo de animales.
Sin embargo, existen otros tipos de alergias que no son tan conocidas, pero que también pueden afectar seriamente la salud y la calidad de vida de las personas. Entre ellas se encuentran las alergias a medicamentos, al látex, a ciertos metales, a las picaduras de insectos e incluso al sol.
Una de las alergias más delicadas es la alergia a medicamentos. Esta ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona de manera anormal ante ciertos fármacos, como la penicilina, los antiinflamatorios (por ejemplo, el ibuprofeno) o medicamentos para el control de convulsiones. Los síntomas pueden incluir sarpullido, picazón, hinchazón o problemas respiratorios. En casos más graves, puede presentarse una reacción llamada anafilaxia, que requiere atención médica urgente. Las personas que ya han tenido una reacción alérgica a un medicamento deben informar siempre a los médicos para evitar complicaciones futuras.
Otra alergia poco común pero importante es la alergia al látex, un material natural que se encuentra en muchos productos como guantes médicos, globos, condones o algunos dispositivos médicos.
Esta alergia es más común en personas que están en contacto frecuente con estos materiales, como profesionales de la salud. Los síntomas pueden ir desde irritación leve en la piel hasta dificultad para respirar. En algunos casos, incluso tocar un objeto con látex puede desencadenar una reacción.
También existen alergias a ciertos metales, siendo el níquel uno de los más comunes. Este metal se encuentra en objetos cotidianos como relojes, hebillas, bisutería o botones. Las personas alérgicas al níquel pueden desarrollar dermatitis de contacto, una afección que causa picazón, enrojecimiento y erupciones en la piel después de tocar el metal. Aunque no es una alergia peligrosa, sí puede ser muy molesta y persistente.
Otro tipo de alergia poco común es la alergia al sol, conocida como fotosensibilidad. Las personas que la padecen pueden presentar erupciones, enrojecimiento o ampollas en la piel después de estar expuestas a la luz solar, incluso por poco tiempo. Esta condición puede estar relacionada con el uso de ciertos medicamentos o con enfermedades autoinmunes. Para prevenirla, se recomienda evitar la exposición directa al sol y usar protección solar de alta cobertura.
Por último, las picaduras de insectos, como abejas, avispas u hormigas rojas, también pueden causar reacciones alérgicas graves en algunas personas. Mientras que para la mayoría una picadura solo causa dolor o hinchazón leve, en personas alérgicas puede provocar anafilaxia. Es vital que estas personas estén preparadas y lleven consigo en todo momento el antídoto que el especialista indique.