Logo

Una amenaza silenciosa para la salud.


Una amenaza silenciosa para la salud.

La presión arterial elevada, también conocida como hipertensión, es una condición médica crónica en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es consistentemente demasiado alta. Es una de las enfermedades más comunes en el mundo y, al mismo tiempo, una de las más peligrosas, debido a su naturaleza silenciosa y su asociación con enfermedades cardiovasculares graves.

En la mayoría de los casos, se desconoce una causa específica, sin embargo, existen numerosos factores que aumentan el riesgo de padecerla, como:

- Edad avanzada
- Antecedentes familiares de hipertensión
- Obesidad o sobrepeso
- Dieta rica en sal, grasas y alimentos procesados
- Falta de actividad física
- Consumo excesivo de alcohol y tabaquismo
- Estrés crónico


En algunos casos, la hipertensión es consecuencia de otra condición médica subyacente, como enfermedades renales, trastornos hormonales o el uso prolongado de ciertos medicamentos.

Uno de los aspectos más peligrosos de la hipertensión es que en muchas personas no presenta síntomas evidentes durante años. Sin embargo, cuando los niveles de presión arterial son peligrosamente altos, pueden aparecer síntomas como:

- Dolores de cabeza frecuentes
- Mareos o visión borrosa
- Palpitaciones
- Dificultad para respirar
- Fatiga
- Sangrado nasal (en casos graves)

La hipertensión sostenida puede dañar gravemente órganos vitales, como el corazón, el cerebro, los riñones y los ojos. Entre sus consecuencias más graves se encuentran enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal crónica y aneurismas.

El tratamiento de la hipertensión combina cambios en el estilo de vida con medicamentos.

Chécate la presión cada seis meses.