
No son sólo amigos fieles, también dan apoyo en asuntos de salud.

El amor incondicional y la habilidad de los perros para conectar con las personas los convierten en compañeros y amigos excepcionales. Algunos de ellos pueden tener funciones específicas al servicio de la salud de sus dueños o de la comunidad.
Los perros guía son el ejemplo más conocido de cómo estos animales de compañía pueden servir a sus dueños. Están entrenados para asistir a personas con discapacidad visual, ayudándolas a desplazarse con seguridad y confianza. Los perros guía son capaces de evitar obstáculos, indicar cambios en el entorno y garantizar que su dueño pueda moverse de manera independiente. Además de sus habilidades prácticas, también brindan apoyo emocional y compañía, creando un vínculo especial con sus dueños que mejora significativamente su calidad de vida.
Los perros de apoyo emocional son animales que proporcionan confort y calma a personas que enfrentan problemas como ansiedad, depresión, trastornos del espectro autista o fobias. Aunque no están entrenados para realizar tareas específicas, su simple presencia puede tener un impacto positivo en el bienestar de su dueño. Para que un perro sea considerado de apoyo emocional, debe contar con una carta de un profesional de la salud mental que certifique que el animal es parte esencial del tratamiento de su dueño.
Los perros terapéuticos son animales entrenados para trabajar en entornos como hospitales, escuelas, hogares de ancianos o centros de rehabilitación. Su objetivo principal es ofrecer apoyo emocional y alegría a las personas en esos espacios.
Estos perros suelen visitar a pacientes o participar en sesiones de terapia para reducir el estrés y fomentar la conexión emocional. A diferencia de los perros de apoyo emocional, éstos requieren de entrenamiento específico para comportarse adecuadamente en entornos públicos y manejar diversas interacciones humanas.
Algunos perros están entrenados para detectar enfermedades o niveles peligrosos dentro de una enfermedad. Tienen un olfato extraordinario que les permite identificar cambios en el cuerpo humano que pueden indicar condiciones como diabetes, epilepsia, cáncer o incluso infecciones. Por ejemplo, los perros detectores de diabetes pueden alertar a su dueño cuando los niveles de azúcar en su sangre están demasiado bajos o altos, ayudando a prevenir emergencias. Asimismo, algunos perros pueden detectar ataques epilépticos antes de que ocurran, brindando a sus dueños tiempo para buscar un lugar seguro o tomar medidas preventivas.