La enfermedad por implantes mamarios, conocida en inglés como Breast Implant Illness, es una condición que algunas personas con implantes mamarios experimentan. No es oficialmente reconocida como una enfermedad específica, pero los síntomas reportados por quienes la padecen son reales y variados, lo que ha generado preocupación en la comunidad médica y entre quienes tienen implantes.

Las personas afectadas informan de una serie de síntomas que van desde leves hasta graves, muchos de los cuales coinciden con trastornos autoinmunes o inflamatorios. Los síntomas más comunes incluyen fatiga extrema, dolor en las articulaciones y músculos, pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, falta de aliento, dolores de cabeza, pérdida de cabello, problemas para dormir y erupciones cutáneas. También se han reportado síntomas gastrointestinales, como hinchazón y malestar estomacal.

Aunque se desconoce la causa exacta de la enfermedad por implantes mamarios, se ha sugerido que el cuerpo podría estar reaccionando al material del implante, como el silicón o la solución salina, o a las sustancias químicas utilizadas en su fabricación. En algunos casos, esta reacción podría desencadenar una respuesta autoinmune o inflamatoria en el cuerpo, lo que provocaría los síntomas.

La gran mayoría de las personas con implantes mamarios no desarrollan este padecimiento, y no existe una prueba definitiva para diagnosticarlo. Sin embargo, algunas personas que experimentan estos síntomas encuentran alivio al someterse a la extracción de los implantes. Después de la cirugía, muchas informan una mejoría significativa en su salud, aunque esto varía de persona a persona.

Además de la enfermedad por implantes mamarios, existe otro riesgo relacionado con éstos: el linfoma anaplásico de células grandes asociado a los implantes mamarios. Este es un tipo raro de cáncer que se ha vinculado a ciertos tipos de implantes texturizados. Aunque es muy poco común, este riesgo ha llevado a que se preste mayor atención a la seguridad de los implantes.